martes, 17 de febrero de 2015

Haciendo Hablar a los niños perdidos

BLOQUE 1: LENGUAJE, LENGUA Y COMUNICACIÓN ORAL

 Los niños perdido necesitaban mi ayuda. Peter había desaparecido, nadie sabía donde estaba y era necesario que lo encontráramos. Peter era el único que conocía el camino exacto para volver al país de nunca jamás. los niños tenían que volver cuando antes, el tiempo estaba empezando a pasar y ellos comenzaban a crecer muy poco a poco. Lo único que sabíamos es que había estado paseando por las calles de Madrid. Como le conocíamos muy bien, intuíamos en que sitios podía haber estado, como por ejemplo: en un parque, en la tienda de chucherías, en el museo de juguetes antiguos, tomándose un chocolate en la churrería, etc.
Tras pensar en como le encontraríamos, llegamos a la conclusión de que lo mejor era ir a preguntar a diferentes personas si lo habían visto. Era muy importante que no se dieran cuenta que lo estábamos buscando, porque si no,  no nos contestarían a las preguntas. También tenemos que saber hacer las preguntas de forma correcta y solo las necesarias, las personas podrían sospechar. Somos los niños perdidos y tenemos que ir de incognito.

Antes de salir a la calle, era necesario preparar a lo niños perdidos. Ya que algunas reglas de conversación las tenían un poco olvidadas. – Niños perdidos, es importante que el lenguaje que utilicéis sea el adecuado.- les dije con cierta preocupación. - ¿Lenguaje?, ¿qué es eso?- preguntó uno de los niños que tenia enredado una hoja de árbol entre el pelo. – el lenguaje es un instrumento que utilizamos los seres humanos para comunicarnos. Puede estar formado por diferentes códigos, como por ejemplo los gestos, la música, etc. el medio que más importante es la lengua, que ayuda en la comprensión y producción de los pensamientos , sentimientos, deseos, expresiones, etc.  (Avendaño Fernando (2007)). – tras la pequeña explicación de lenguaje a la mayoría le quedaba más claro de que se trataba todo aquello, pero aun así se seguían necesitando mucha mas información.

Los niños perdidos tenían entre 6, 7 y 8 años, lo que correspondería al primer ciclo de educación primaria, por lo que se debería pensar muy bien en que momento evolutivo nos encontramos para poder hacer las preguntas adecuadas a las personas sin levantar sospechas. Tras unas investigaciones, Piaget nos ayudó a comprender que el desarrollo infantil sigue una serie de etapas, y por la edad anteriormente mencionada, nos encontramos en la de dialogo y comunicación real. En este punto de la evolución comunicativa del niño se permiten los intercambios sociales.

El objetivo de todo esto, a parte de encontrar a Peter  Pan y poder volver al país de nunca jamás, es que los niños obtengan la competencia de la comunicación y puedan desenvolverse de forma correcta en cualquiera de los ámbitos en los que se pueden encontrar. Para ello la finalidad de esta “misión” es que se trabajen aspectos del lenguaje como: respetar el turno de palabra, respetar las reglas de cooperación, vocalizar, tipos de saludos, opinar sobre un tema, pedir permiso, argumentar sus ideas ante los demás compañeros, exponer e intercambiar opiniones, etc.

El contexto serán las calle de Madrid, donde los niños irán haciendo preguntas a los diferentes ciudadanos de lugares concretos (parque, tiendas, restaurantes, etc.) para poder obtener toda la información posible de Peter. Para ello es necesario adecuar el vocabulario a la hora de comunicarse con cada una de estas personas en los diferentes contextos. Es importantísimo enseñar las diferentes reglas sociales y por tanto de respeto, que los niños perdidos tienen que tener muy presentes (Agilidad en la selección del vocabulario, control de la coherencia y cohesión en el discurso, control sobre el tiempo de escucha, reconocer las diferentes reglas sociales que corresponden en cada contexto social, etc. ) No solo es importante que los niños perdidos sepan utilizar el lenguaje en cada uno de los contextos, también es necesario guiarles en la escucha. Tienen la función de recopilar información y por tanto esta característica es muy importante remarcarla, porque no podemos quedamos solo en oír lo que las otras personas nos están contando.

Tras pequeños consejos y ayudas para saber actuar en los diferentes contextos, los niños comenzaran a realizar las preguntas que nos pueden dar información sobre la situación de Peter.  Es importante guiarles en saber adaptar cada una de las preguntas en función del contexto donde se vayan a realizar. También se puede preparar una pequeña tabla de respuestas para ayudar a la memorización de la información que nos han dado los ciudadanos. la principal fuente de motivación de esta actividad es poder encontrar a Peter y poder volver a su casa.

Cada niño es diferente, tiene sus peculiaridades y su forma de ser. Uno de los niños perdidos siempre va con una flor en la oreja, otro siempre esta cantando mientras anda, uno de los más altos siempre dice lo que hace el niño de la rama enrollada en le brazo. Pero sin duda el más tímido de todos, que nunca habla y que siempre se deja guiar por el resto, es el que tiene una trenza detrás de la oreja derecha. ¿Cómo podemos hacer para que hable con diferentes personas? por un lado podríamos llevarle con el niño perdido del pelo rizado, siempre está hablando y es muy extrovertido, pero no le ayudaría ya que siempre hablaría él y no es lo que queremos. Lo que también se podría hacer es ponerle con el niño de los ojos verdes que es igual de tímido que él, pero puede que ninguno de los dos hable y no consigan ninguna información. Por lo que la opción que se podría realizar seria ponerle con uno de los niños con lo que se lleve bien, para poder tener confianza y que no tenga mas vergüenza de lo necesaria y pedirle que le anime a que haga el las preguntas con ciertos apoyos en determinados momentos.

Por otro lado, tenemos al niño perdido que molesta continuamente, que no respeta las normas de la comunicación y que solo acepta su postura; si es el que tienen colgado del cuello una roca en forma de hoja. Importante recordarle las normas de forma más clara y precisa, hacerle entender los motivos de estas reglas y  que son imprescindible cumplirlas. Resaltar nuestra finalidad y que por este motivo necesitamos tener mucho cuidado con nuestras acciones. Por ultimo podría de compañero a alguien que tenga muy claras las normas y que pueda “guiarle” de vez en cuando. Pero sobretodo, dotaría de toda responsabilidad e importancia al niño perdido del colgante, la responsabilidad de la información es suya, tiene que tener cuidado.

Para evaluar la actuación de los niños perdido, observaría como hacen las preguntas en los diferentes contextos, si han respetado las normas de comunicación ( vocabulario, saludos, respeto de tiempo, escuchar, etc.) Para comprobar si han recogido bien la información, si realmente han escuchado de forma activa y si han hecho las preguntas necesarias, se hará una puesta en común. En esta puesta en común, todos diremos que información hemos recogido para comprobar si con lo que tenemos podemos saber donde esta Peter Pan y si le podemos encontrar.

- Niños perdidos, ¿Estáis preparados para ir en busca de pistas?.- pregunté con todo el entusiasmo del mundo para animarles. – Claro que si Marta, Peter nos está esperando.- y todos empezaron a gritar mientras salían por la puerta de casa. Crucemos los dedos y esperemos que nos ayuden. Peter vamos en tu busca.

Podemos realizar esta actividad, fuera del contexto de en busca de Peter, temas como por ejemplo que somos detectives de un robo y tenemos que ir preguntando a los diferentes testigos para poder descubrir al ladrón; o por otro lado, somos piratas que hemos perdido la memoria y no sabemos volver al barco, donde nos están esperando con el tesoro para volver a casa.

sábado, 14 de febrero de 2015

Una nueva aventura, con los labios pintados.

Madrid se había levantado con un cielo maravilloso, el sol brillaba y las nubes se habían escondido para poder darle protagonismo. El frío estaba celoso, y no quería quedarse en segundo plano. Así que ese día los compañeros oficiales eran el abrigo, una buena bufanda y, que nunca falte, una sonrisa. Encendí mi Ipod, subí el volumen lo más alto posible y puse aquella canción que tanto me gusta. “It´s a beautiful day and I can´t stop myseelf from smiling” me cantaba una y otra vez al oído Michael Bublé. Tenía que hacer un gran esfuerzo por no cantar a pleno pulmón y bailar como una loca por la calle, quería seguir siendo una persona aparentemente cuerda. Mientras Michael me cantaba al oído, noté una sensación extraña, lo que me hizo que mirara a mi alrededor en busca de algo. No sabía muy bien qué buscaba, pero miré hacia todos los lados. Miré hacia la derecha, nada; hacía la izquierda, nada; cuando ya solo me quedaba una dirección en la que mirar, dudé dos veces antes de girarme, ¿ y si encontraba algo que no me gustaba? Me quité uno de los cascos del Ipod y rápidamente miré hacia atrás. Nada, allí no había nada. Una señora desde la calle de enfrente había visto mi actuación de paranoica  y no había podido evitar poner una cara que expresaba entre sorpresa y lástima. Definitivamente ya había perdido mi imagen de persona cuerda. durante el camino hacia casa tuve esa sensación extraña de forma constante. Pero tras ver la reacción de la señora, decidí no volver a hacer nada fuera de lo común. Cuando abrí la puerta de casa, escuché un gran jaleo. Había muchísimo ruido y todo estaba patas arriba: la lámpara estaba por el suelo, la tierra de la maceta esparcida por toda la entrada, rollos de papel higiénico estaban siendo lanzados por los aires,…Espera, ¿Quién estaba lanzando los rollos? Unos niños bastante sucios y con ropas extrañas estaban correteando por el salón mientras gritaban y destrozaban todo lo que encontraban a su paso. ¿De dónde habían salido estos niños? Uno de ellos pasó por mi lado y gritó: -¡Chicos, ya ha llegado!-Todos se pararon de repente y me miraron con los ojos muy abiertos. Después de unos segundos quietos y callados, el niño se acerco a mí y me dijo: -“ ¿Vienes sola?”- y antes de que pudiera contestar siguió hablando: -“¿Por qué no has venido con los otros niños perdidos?, Ellos iban a venir contigo.  ¿Dónde están?¿Crees que sabrán el camino?...” no paraba de hacer preguntas, y no me dejaba contestar a ninguna de ellas. Gracias a estas preguntas pude darme cuenta que esa sensación extraña que había tenido era en realidad unos niños que me seguían. Menos mal, ya no estaba tan loca como parecía. En ese momento, otro de los niños le interrumpió diciendo: -“Ves como tenía que haber ido yo, te lo he dicho.”- y entre ellos comenzaron a discutir. Pero qué estaba pasando, qué broma pesada era esta y por qué me tenía que pasar a mí. Uno de los niños que se encontraba subido en el sofá rompiendo un cojín, se acerco a mí lentamente y me empezó a explicar todo lo que estaba pasando: “Somos los niños perdidos y venimos del país de nunca jamás. Queremos que nos ayudes a encontrar a Peter Pan. Se ha ido y no sabemos donde está.”- Según estaba la niña diciéndome los supuesto motivos de su visita, no me lo podía creer. Estos niños deberían estar en sus casa con sus padres. Los que sin duda deberían darle una ducha, seguida de una buena regañina por aquel comportamiento. Los dos niños que se estaban peleando dejaron de hacerlo para intentar convencerme de que todo era cierto, y que necesitaban urgentemente buscar a Peter para poder volver. Yo seguía estando un poco incrédula, pero aun así, no se cómo ni porqué decidí créeles y, por supuesto, ayudarles. Hoy comenzaba una nueva aventura, ayudar a los niños perdidos a buscar a Peter Pan por las calles de Madrid. Eso sí, deberíamos aprender una serie de cosas para poder buscarle de la mejor forma posible. Y antes de empezar a aprender nada, teníamos que recoger la casa entre todos. Manos a la obra.


P.D: Como era de esperar, la historia continua. ¿Dónde estará Peter?¿Por qué se ha ido?¿Cómo le encontraremos? Estas, y muchas preguntas más, irán siendo contestadas. Tenéis que estar muy atentos, puede que las pistas estén escondidas en cada una de estas frases. Es hora de volver a leer con los labios pintados.

jueves, 12 de febrero de 2015

Las segundas partes son las buenas

En aquella noche fría y oscura, lo único que me apetecía era tumbarme a ver una película; El día había sido demasiado duro. Los únicos compañeros que permitiría en mi pequeña sala de cine casera serían una manta y un té bien calentito. Por supuesto, iba a dejar a un lado compañeros indeseados como chocolatinas, dulces y otros pecados de los que me pueda arrepentir más tarde.  Después de unos minutos decidiendo que película sería la afortunada, comprendí que la ganadora, sin lugar a duda, era “Desayuno con diamantes”. Un gran clásico que nunca me cansaré de ver. Esa protagonista, en ciertas ocasiones, me recordaba demasiado a una chica que se encontraba en ese momento tirada en un sofá en un piso de Madrid.

Si me preguntaran cual es mi personaje favorito de la película, diría que Gato. Ha sido el único que ha conseguido que llorara en una película de amor; ni un anciano contando a su esposa con alzehimer su gran historia, ni un barco hundiéndose en mitad del Atlántico, ni un beso bajo la lluvia. Solo un gato, sin nombre, abandonado en mitad de la calle logró lo imposible.

Tras cantar “Moon River” a todo pulmón y ver a ese maravilloso gato en acción, caí en un sueño profundo. Varios minutos después, desperté de un salto; ya era hora de irse a la cama.


Mi estado de animo de la mañana siguiente era algo melancólico, sin saber muy bien por qué eche la vista atrás. Empecé a recordar grandes momentos vividos hace unos años. Parece que fue ayer. ¿Dónde quedarán aquellas charlas con Peter y los niños perdidos? ¿Sería el momento de que volvieran? O ¿Quizás sería mejor ponerse seria y madurar? En todo este tiempo he vivido grandes cambios, tanto buenos como malos. Pero creo que nunca podré dejar a un lado a mi pequeño Peter interior. Es hora de volver.