domingo, 11 de marzo de 2012

Comienza la historia, pero sin un "Érase una vez..."

Estaba en mi habitación, sentada en el borde de la cama, observando por la ventana como la noche había caído sobre Londres. El cielo estaba completamente oscuro y se podía observar cada una de las luces que iluminaban la cuidad. Las de cada casa, donde seguramente se estén preparando para irse a la cama. “niños a dormir”- diría una madre, “vale, pero si nos cuentas un cuento mami”- pedirían los niños entusiasmados. En otro hogar, el padre estará pidiendo a su joven hijo que por favor deje de estudiar y descanse para ese examen tan difícil e importante de mañana. Después de dar una vuelta por varias casas, tocaba volver a mi hogar. El día de hoy había sido bastante largo y tenía muchas ganas de irme a dormir, así que tardé menos de lo normal en estar preparada para ello.  Mi madre abrió la puerta y dijo “buenas noches y descansa”- gracias mamá, igualmente- contesté.  
Me metí en la cama, me arropé con mi gran colcha hasta los ojos y dejé que el frio de las sábanas me provocara un escalofrió. Cerré los ojos y me dispuse a soñar.
Un ruido hizo que volviera a mi realidad, dejando de lado mi sueño. Para mi sorpresa hacía más frío de lo normal, quise buscar una explicación, cuando ella me encontró a mí. La ventana de mi habitación estaba abierta y estaba dejando pasar al frio de la noche sin haberme preguntado. Me levanté para cerrarla, pero rocé algo con el pie, que hizo que me parara en el sitio. No me atrevía a mirar, en mi mente la imaginación estaba jugándome malas pasadas, maldiciendo todos aquellos libros y películas que un día la hicieron crecer. Pero mi curiosidad estaba haciéndose paso, ¿Qué podría pasar si miraba?
Poco a poco baje el cuello, mis ojos tardaron un poco más en reaccionar, al final cedieron y bajaron rápidamente.
No podía ser cierto, debía de estar en un sueño, o peor aún en una pesadilla. No, no y no me repetía mi mente, no es verdad, los ojos me están engañando. No pude evitarlo me acerque poco a poco, tenia que tocarlo para saber si realmente era cierto o no. Alargue mi mano...

P.D: Recordar que para leer algo así hay que llevar los labios pintados.  

1 comentario: