Seguimos sin encontrar a Peter, ¿Dónde
estará? Tras la búsqueda de los niños perdidos por todos los rincones que nos
podíamos haber imaginado, seguía sin aparecer. Nadie nos podía dar una pista
clara. Los niños perdidos estaban desesperados. Todos queríamos encontrar a
Peter, pero se estaba haciendo una tarea demasiado complicada. Así que la mejor
idea era irse a descansar, el día había sido muy largo.
Un par de cojines, unas mantas bien
grandes y dos colchones se habían convertido en la mejor zona de descanso para
esos niños. Enseguida cayeron en un sueño profundo, que agradecí sin lugar a
duda. Los niños perdidos habían agotado toda mi energía. Cogí una de mis tazas, la llene de agua
hirviendo y metí la bolsita de infusión. En seguida salió el olor a vainilla
que tanto me gusta, mientras agarrada con fuerza aquella fuente de calor que
hacía que todo mi cuerpo se relajara. Me senté en el sofá y tapada con una
manta me bebí sorbo a sorbo aquella delicia dentro de una taza, esperando que
ese pequeño momento de relajación me diera inspiración para planear una
búsqueda.
Tras darle mil vuelta y no encontrar
solución alguna, comprendí que era el momento de irse a consultarlo con la
almohada. Seguro que ella comprendería la situación y me ayudaría.
Lo único a lo que me ayudó la almohada es
empezar a soñar, así que seguía sin saber como podríamos encontrar a Peter. Los
niños perdidos y yo decidimos que era una buena idea salir a dar un paseo por
las calles de Madrid. Como gatos callejeros comenzamos a recorrernos cada uno
de los rincones de aquella cuidad, cruzándonos con todo tipo de personas,
viendo los edificios más bonitos jamás pensados, comiendo chuches y helados
como si no hubiera mañana. Decidimos que aquella plaza rodeada de cuestas y
arbustos, era un lugar ideal para descansar. Tras varios minutos sentados en
los bancos mirando hacia arriba, observando las diferentes formas de las nubes,
uno de los niños hizo de todos volviéramos a recordar porque estábamos allí. El
niño del chaleco de cuero había encontrado una carta. ¿Una carta? ¿De quién
sería? Pues a sorpresa de todos aquella carta era de Peter. En la que ponía
lugares en los que había estado, describía cosas y personas que había visto y
algunas de las conversaciones que había tenido. Nos lo contaba todo con muchos
detalles. Lo malo es que no sabíamos
donde estaba ahora, pero podíamos intuir por donde se había movido y en que
lugar podría encontrarse. Pero ¿ Como sabía Peter que encontraríamos la carta?
Y ¿ Cómo sabía que estaríamos en ese lugar? Había muchas preguntas en el aire
que no se podían contestar ¿Se podría tratar de una trampa?
A la hora de leer la carta la maestra se
fijara en ciertas características que los niños realizan al hacer la lectura en
voz baja. Como por ejemplo se tendrá en cuenta si siguen la lectura con el
dedo, si mueven la boca mientras leen, si susurran o realizan algún tipo de
ruido, si comprenden bien la mayor parte del vocabulario, el tiempo que tarda
en leer la lectura completa, etc.
Gracias a esta carta podríamos proponer
una actividad para trabajar la memoria a corto plaza, como por ejemplo proponer
un laberinto e indicar el camino que ha ido realizando Peter pasando por los
diferentes lugares para poder llegar a un sitio final. Obviamente el camino si
no es tomado de forma correcta, no podremos seguir por los diferentes caminos y
nos llevara a un lugar erróneo.
Por otro lado, para favorecer la atención
se propone una serie de descripciones de algunas de las personas con las que se
ha cruzado y tienen que ser relacionadas con la imagen correspondiente. De esta
forma tendrán que poner atención en los detalles de las descripciones y en las
características de las imágenes para que se realice de forma correcta.
Con respecto a la habilidad visual,
utilizaremos los datos de las casas y locales por lo que ha pasado Peter y
tendremos que relacionar el lugar con el número en la que se encuentra en la
calle. Para esto será necesario la utilización de la carta para la búsqueda de
la información. Con esta actividad no se pretende trabajar la memoria, ya que
son datos de poca importancia, pero si poder trabajar la habilidad visual
mediante los “vistazos” al texto.
Peter, de forma extraña, ha introducido
palabras con un significado que desconocemos y que no se corresponden a su vocabulario
normal. Esta es una de las pistas que nos lleva a pensar que se puede estar
tratando de una trampa. Para poder entender la carta al completo, tenemos que
identificar las palabras “raras” o poco comunes y sacar su significado. Para
esta actividad no se permite utilizar el diccionario, ya que mediante el
contexto de la frase se puede intuir de forma clara cual es el significado de
cada palabra. Esta forma de trabajo ayudará a la comprensión global de texto y
a realizar hipótesis sobre el significado de estas palabras.
Ahora estas palabras raras han
desaparecido, dejando unos huecos en blanco. Estos espacios tienen que ser
rellenado por palabras que nosotros pensemos que son las correspondiente, para
ello aparecen una serie de palabras posibles. Pero tenemos que tener cuidado ya
que algunas de estas palabras no ocupan ningún espacio que aparece en la carta,
ya que hay mas palabras que espacios. De esta forma podremos trabajar la
fluidez y la anticipación ocular en los niños.
Seria una buena idea que los niños
hicieran una lectura en voz alta, después de que la maestra lo haya realizado
primero. Marcando de forma correcta cada signo de puntuación, una buena vocalización
y teniendo en cuenta las características propias de una lectura en voz alta
correcta.
La evaluación por parte del maestro será
realizada a través de la corrección de lo realizado, si ha conseguido
realizarlas de forma correcta o no, a través de la visualización de las
acciones de los niños, etc. en primer lugar en la actividad del laberinto, los
niños pueden autocorregirse, ya que ellos mismos se darán cuenta de que no ha
llegado al lugar que debería. En algunas de las actividades será preciso la comprobación
del trabajo realizado por parte del profesor.
Gracias a esta carta, encontrada de forma
sospechosa y con un contenido un poco peculiar, podríamos saber donde esta
Peter. En seguida los niños perdidos y yo nos pusimos en su busca, tras haber
cogido la información necesaria de la carta. Pero yo seguía sin fiarme de todo
aquello, estaba siendo demasiado fácil. ¿Realmente habría escrito Peter esa
carta? Demasiadas pistas, un vocabulario un poco extraño y demasiadas
coincidencias. Pero había que ponerse en camino para ver donde nos llevaba todo
esto.